¡Hola a todos mis queridos
seguidores de "Cómo sobrevivió Scherezade" y del podcast "Los
cuentos de las mil y una noches"! ¡Qué alegría saludarlos de nuevo por
aquí! Me encanta cómo el blog y el podcast se complementan, ¿verdad? Disfrutamos
las historias que Scherezade nos regala y a la vez nos dejamos llevar por
reflexiones "locas" inspiradas en cada capítulo. ¡Es una maravilla!
La semana pasada nos sumergimos
en la narración de los amores de Alí-Ben-Bekar, ese príncipe persa que cayó
rendido ante Shamsennahar, la favorita del califa Harun Al-Rashid. ¡Uf, qué
pasión fulminante! Parece que el uno es el centro de gravedad del otro, ¿no les
parece? Y la chica, ¡vaya que sabe cómo impresionar! No solo ha hecho lo
necesario para encontrarse con su amado, sino que además ha presumido de toda la
riqueza y el poder que la rodean y la protegen, cortesía del califa. ¡Tremendo!
Alí-Ben-Bekar, como es lógico, ha
sido advertido sobre los peligros de esa relación. Al ver el estilo de vida de
Shamsennahar y sabiendo que el califa no la ama, sino que la adora, se da
cuenta de que nada bueno puede salir de todo esto. Pero ¡ay el amor! Mientras
más la mira, más la conoce, más se enamora. Y, seamos honestos, ¿cómo
resistirse cuando el sentimiento es mutuo? Es un callejón sin salida,
romántico, de esos que nos encantan (y nos hacen sufrir un poquito).
Pero, como en toda historia de
amor intensa, con visos de tragedia a la vista, siempre hay un amigo, esa
persona que, a pesar de advertirte sobre los peligros y los obstáculos que se
avecinan, no te juzga. Se queda a tu lado para ayudarte y apoyarte cuando las
cosas se pongan feas. ¡Qué importante es tener a alguien así!
Ya sea un amigo, una amiga o un
familiar, esa persona que permanece a tu lado a pesar de advertirte que vas
directo a cometer un error, o al abismo si nos ponemos catastróficos. Esa
persona sabe que vas a necesitar ayuda para salir del lío en el que te estás
metiendo, porque lo ve venir. ¡Uno no escucha! Todo lo contrario, se va de
cabeza a meterse en problemas.
Quien cuenta con una persona así
a su lado, es un ser tremendamente afortunado en la vida. Eso no significa que
uno vaya por la vida metiéndose en problemas a propósito, porque para eso
tenemos a alguien que nos ayudará. ¡No, no, no, mis amigos! No abusemos, porque
el abuso cansa y agota. No, hoy estamos pensando en esos casos en que nos arrastran
fuerzas que creemos no podremos resistir. No importa que tan instruidos,
inteligentes y racionales seamos, es como si la fuerza de gravedad nos atrajera
y, por tanto, es inútil resistirse.
Y ahí está ese Pepito Grillo, que
nos dijo una y otra vez que tuviéramos cuidado, que eso irremediablemente
terminaría mal. ¡Y adivinen qué! Así ha sido, una verdadera catástrofe en
nuestras vidas. Pero, lejos de escuchar un "te lo dije", nos ayuda a
encontrar el camino de salida y nos tiende la mano con comprensión, amor y
paciencia. ¡Un verdadero ángel!
Sé que no todos cuentan con una
persona así en su vida, al menos no de forma permanente, pero espero de verdad
que en algún momento de su vida la hayan tenido, o la tengan cuando lo
necesiten. ¡Es un tesoro invaluable! Y si eres esa persona para alguien más,
¡sigue siéndolo! El mundo necesita más amigos como esos.
De momento, te dejo el enlace del
capítulo de esta semana
Cuéntenme en los comentarios,
¿tienen un "Pepito Grillo" en sus vidas? ¿O son ustedes los
"Pepitos Grillos" de alguien más? ¡Me encantaría leer sus historias!
¡Hasta la próxima, mis queridos sobrevivientes!
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