¡Hola a todos! 👋
Esta semana estamos listos para
sumergirnos de lleno en un nuevo capítulo de la fascinante historia que nos
trae Scherezade: la del príncipe Kamaralzamán y la princesa Budur. Y les adelanto, ¡esto promete drama del
bueno! 🍿 🔥
El príncipe Kamaralzamán, se ha
formado una opinión… digamos… particular de las mujeres gracias a sus
lecturas. El resultado: ¡se niega rotundamente a contraer matrimonio! 🙅♂️
Su madre, a pedido del sultán (¡ya sabemos cómo son las madres!), ha intentado
hacerle ver que su postura es un poco… exagerada. Vamos, que no puede juzgar a todas
las mujeres por igual. Además, le recuerda que, si se deja influenciar tanto
por los libros, también debería considerar a aquellos reyes, sultanes y
príncipes que han causado un daño tremendo, que han sido tiranos y responsables
de horribles barbaridades. Pero nuestro príncipe, ¡es más testarudo que una
mula! 🐴 Siempre encuentra un contraargumento para
reafirmar su aversión al matrimonio por culpa de las mujeres.
Y esto me lleva a una reflexión
que me da vueltas en la cabeza desde hace tiempo: ¿cuántas veces nos mandamos
la frase "todos los hombres son iguales" o "todas las mujeres
son iguales"? 🤔Puede que haya
similitudes en un mismo género, pero en cuanto a caracteres, temperamentos,
emociones… ¡ahí es donde la cosa se pone interesante! Empezamos a ver rasgos
que nos diferencian dentro del mismo sexo. Pero lo que más me llama la atención
es cuando esa generalización nace exclusivamente de lo que leemos o escuchamos. Aun cuando pudiera completarse por
experiencias previas, también cabe preguntarse si tenemos tendencia a escoger
personas con rasgos similares que causan daño.
También en momentos de dolor,
enojo, cuando nos sentimos engañados o violentados emocional o
psicológicamente, tendemos a ver esos aspectos que pudieran tener en común y
terminamos pensando (o sintiendo) que son todos iguales, como si tuvieran una
especie de "clon interno".
Y sí, no hay que menospreciar
esos momentos en los que pensamos que todas las personas del mismo género son
iguales. Pero al hacer eso, sin darnos cuenta, nos estamos negando (en medio
del dolor o la frustración) el hecho fundamental de que cada ser humano es único
y podemos perdernos la oportunidad de conocer a personas maravillosas,
independientemente de su sexo, personas que nos complementan y nos hacen
crecer.
Pero también tenemos que
considerar que a veces podemos tener patrones de conducta repetitivos que nos
llevan a relacionarnos con personas parecidas en ese tipo de
comportamiento que nos hace sufrir. Puede que no sean idénticos, pero sí
semejantes en algunos aspectos. Ante esto, lo primero (a mi parecer) es
reconocer que tenemos esa tendencia a relacionarnos con personas con
características parecidas. Si no hace daño, esa predisposición, ver la
posibilidad de pedir ayuda a un especialista que nos ayude a sanar, a entender
por qué terminamos involucrándonos con personas tóxicas. También es importante
aprender a cuidarnos, a priorizarnos a nosotros mismos ante situaciones de
riesgo emocional, ¡sin que eso signifique aislarnos del mundo! 🌍
Los libros enseñan, nos abren a
otros mundos y nos muestran nuevas perspectivas. Nos dan conocimiento, ¡claro
que sí! Pero todo ese conocimiento, sin vivir la vida, sin ganar experiencias
propias, nos deja sin la sabiduría de lo vivido. Nuestras opiniones, entonces,
pueden terminar siendo solo una repetición de lo que otros escribieron, y que
no siempre está basado en experiencias reales, como le sucede al príncipe
Kamaralzamán.
Y ahora, sin más preámbulos, les
dejo el link al episodio de esta semana. ¡Espero que lo disfruten! 👇
https://open.spotify.com/episode/3LNlTggdY1Gzx9ekCb5R1U?si=dUzA9tRjR3KkUjZRxudoFA
Espero que nos volvamos a
encontrar la próxima semana. ¡Hasta entonces! 😊
