Cómo están queridos lectores de
este blog y oyentes del podcast de los cuentos de las mil y una noches,
bienvenidos nuevamente a esta fascinante travesía.
Hoy continuaremos explorando las
asombrosas aventuras del tercer calender, quien por querer desentraña el enigma
de diez hombres que han perdido el ojo derecho, ha permitido ser envuelto en la
piel de una oveja para que sea transportado por los aires por un majestuoso ave
Roc, que lo confunde con alimento y lo llevé a su nueva aventura; el lugar
donde los jóvenes han perdido su ojo.
Al ser dejado en tierra, se
encuentra frente a un imponente alcázar encantado, un palacio lleno de
maravillas donde habitan nada más y nada menos que ¡cuarenta bellas princesas!
Desde el primer momento, es recibido con alegría y asombro.
Durante un año entero, disfruta de una vida plena de alegría, felicidad y
diversión junto a ellas. Cada noche comparte risas y secretos con cada una,
creando un lazo imborrable. Sin embargo, llega el día en que las princesas
deben ausentarse por cuarenta días y, con lamentos, se despiden de él.
Le dejan el palacio y todas sus
riquezas a su disposición, pero le advierten de manera solemne que en ninguna
circunstancia debe abrir la puerta de bronce. Para demostrar su confianza en
él, le dejan la llave, dejando claro que, si decidieran no hacerlo, implicaría
desconfianza y posibles malentendidos. Pero le advierten que, si la abre, jamás
volverán a verse.
Durante su estancia, el calender
recorre el palacio de las cien puertas, quedando maravillado por las
inimaginables bellezas que se esconden detrás de cada salón. Nada le falta,
nada necesita, aunque las extraña a todas. Sin embargo, al llegar a la puerta
número cien, la de bronce, el día treinta y nueve, justo un día antes del
regreso de las princesas, la tentación se hace casi irresistible.
Imagino que, si están escuchando
el podcast, ya tendrán algunas conjeturas sobre lo que puede o no suceder. ¿Qué
provocó la pérdida del ojo derecho? ¿Por qué todos pierden precisamente ese
ojo? , ¿Volverá a ver a las princesas y en qué condiciones o
circunstancias?
¿Qué ocurre cuando el deseo y la
confianza chocan?
Nos encontramos con un viejo
refrán que dice: “en la puerta del horno se quemó el pan”, y no puedo evitar
reflexionar sobre él. ¿Cuántas veces en nuestras propias vidas hemos dado por
hecho algo, creyendo que el resultado ya está asegurado? ¿Cuántas veces hemos
sentido la emoción de la victoria antes de haber cruzado la línea de meta? En
el caso de esta historia la duda sobre abrir o no la puerta de bronce es un
paralelismo perfecto con nuestra propia existencia, donde podemos dejar que la
curiosidad nos guíe, pero, a veces, esa curiosidad puede traer consigo enormes
consecuencias.
El día treinta y nueve, consumido
por la tentación y la curiosidad, el calender se encuentra frente a la puerta,
y nos preguntamos, ¿habrá sucumbido a la tentación?, escucha el nuevo episodio
que te dejo a continuación, para conocer en detalle como sigue la historia
Los invito a seguir escuchando nuestro podcast para descubrir el desenlace de
esta intrigante historia. Manténganse atentos, queridos oyentes y lectores,
para desvelar juntos este enigma y muchas otras sorpresas que las mil y una
noches nos reservan. ¡Nos reencontramos en nuestro próximo episodio!