¡¿Cómo están, mis queridos oyentes del podcast "Los Cuentos de las Mil y Una Noches" y lectores de este blog?! Espero que se encuentren tan bien como Scherezade, quien, como bien sabemos, ha logrado cautivar a su esposo, el sultán Schariar, con sus fascinantes historias. ¡Qué narradora tan fantástica y entretenida!
Hoy les presento una nueva historia, ¡un especial de un solo
episodio! Se trata de una narración breve titulada "Abdul Cassen y las babuchas."
Como siempre, encontrarán el enlace al final de este texto. ¡Escúchenla, pues
vale la pena! Seguramente oscilarán entre la risa y la compasión al conocer la
desventura de Abdul Cassen, o quizás experimenten ambas emociones
simultáneamente.
La historia de hoy, si bien desconozco, y dudo que exista,
alguien que haya vivido una experiencia idéntica a la de Abdul Cassen, me evoca
un adagio popular que he escuchado en numerosas ocasiones, e incluso
pronunciado yo misma: "Quien compra barato, compra dos veces".
Reconozco que, en ocasiones, las limitaciones económicas son una realidad
ineludible. No obstante, me refiero a aquellas circunstancias en las que
optamos por la alternativa más económica, solo para descubrir que la
adquisición resulta ser un fiasco absoluto, un producto desechable y sin
posibilidad de reembolso. ¡Qué frustración, ¿verdad?! Por supuesto, también
existen las situaciones opuestas, en las que, sintiéndonos con cierto poder
adquisitivo, nos permitimos un lujo de marca, aunque su precio nos resulte un
tanto elevado, solo para descubrir que la compra no ha valido la pena, sin
mencionar un servicio al cliente que deja mucho que desear.
Personalmente, he desarrollado el hábito, cuando se trata de
productos de marca o con un fuerte componente de marketing, especialmente si
parecen ser una moda pasajera o desconozco si el producto cumple con las
expectativas de utilidad y calidad que busco, de consultar las opiniones de
otros usuarios. Estas revisiones me ayudan a hacerme una idea de si el producto
cumple con los atributos que espero. En ocasiones, uno se lleva gratas o
desagradables sorpresas que influyen en la decisión final, sobre todo cuando la
compra se realiza a través de internet.
Indudablemente, también existen individuos que priorizan el
precio sobre la calidad, incluso disponiendo de los medios económicos para
elegir una opción superior. ¡Ojo! Cuando hablo de calidad, no me refiero
necesariamente a la marca ni a la opción más costosa. En repetidas ocasiones,
lo más caro no ha resultado ser lo mejor, y estoy segura de que, si no lo ha
experimentado en carne propia, conoce a alguien que, confiado en la reputación
de una marca prestigiosa, adquirió un producto costoso con el dinero que no
tenía, solo para sentirse profundamente decepcionado.
¿Qué debemos hacer entonces? Investigar, comparar precios,
preguntar, observar y, si nuestros ingresos y necesidades lo permiten, evitar
optar por lo más económico, lo más caro o lo más ostentoso. En su lugar,
busquemos aquello que ofrezca una buena calidad y, si a esto le sumamos un buen
servicio al cliente, es muy probable que la compra sea un éxito.
La historia de hoy, en apariencia, podría no guardar relación
directa con estas reflexiones. Sin embargo, sí la tiene cuando nos negamos a
reemplazar algo que ya no cumple su función y continuamos invirtiendo en su
reparación, a pesar de que sea fuente constante de problemas. ¿Les ha sucedido
alguna vez? A mí sí. En ocasiones, pienso que me saldría más económico
reemplazar piezas o llamar a técnicos, cuando, a la larga, habría sido mejor
invertir en reemplazar el artículo por uno nuevo. Esto me llevó a recordar el dicho de
"quien compra barato, compra dos veces".
Hay momentos en que, a pesar de las necesidades que nos
apremian, es importante tratarnos bien e invertir en nosotros mismos, en
nuestro hogar, en nuestra familia. Eso siempre será dinero bien gastado si, a
pesar del esfuerzo o sacrificio, nos brinda satisfacción.
Espero que disfruten la historia de esta semana. Les dejo el
enlace a continuación:
https://creators.spotify.com/pod/profile/aldaraman/episodes/75---Abdul-Cassem-y-las-babuchas-e37ul81
Y estén atentos a la historia de la próxima semana, ¡que
promete tener muchas aventuras! Desde ya les anticipo que será un poco larga,
pero, como las historias de Las Mil y Una Noches, vale la pena escuchar, leer y
seguir.
