Cómo están mis querido
amigos, Scherezade ha logrado prolongar
su vida unos días más, gracias a sus interesantes y creativas historias. Ha demostrado ser muy ingeniosa junto a su
hermana Dinarzarda. Claro que el sultán,
su esposo, aún no le perdona la vida, pese a que ella no es responsable de la
infidelidad de su primera esposa.
El pescador ha ofrendado al sultán,
siguiendo el consejo del efrit, los cuatro pescados de colores. Ha quedado admirado con el obsequio, son
realmente hermosos, ¿serán tan deliciosos como bellos?
Al momento no se sabe, puesto que
algo extraordinario ocurre cuando la cocinera intenta cocinarlos, una hermosa
mujer aparece a través de la pared, les hace enigmáticas preguntas y los peces
le responden de igual manera, Luego ella los toca con su vara de bambú y ellos
quedan carbonizados.
Atemorizada, a la cocinera no le
queda más remedio que contarle lo sucedido al visir cuando va a
inspeccionar como va la preparación.
Intrigado solicita se repita el proceso.
La cocinera no ha mentido, habrá que concurrir con la verdad ante el sultán,
y cruzar los dedos para les crea.
El sultán solicita le traigan
nuevos pescaditos y se dispone con el visir a repetir el procedimiento, en la
privacidad en sus habitaciones. Pero a
través de la pared aparece un negro de gran porte, en lugar de la dama, que
hace las mismas preguntas a los pescados y ellos responden de igual manera.
¿De dónde provienen esos peces?,
¿Qué gran misterio guardan esos maravillosos pescados de un color diferente
cada uno? ¿Qué significa ese hombre negro y eso mujer que los carbonizan?
Llama al pescador para que
explique de donde proceden. El pobre hombre le contesta de un lago cercano a
palacio, lugar del cual el visir y los cortesanos dicen desconocer. ¿Cómo es posible que quedando tan cerca todos
desconozcan su existencia? Ordena entonces al pescador que lo guíe junto a su
séquito hacia aquel lago.
Para este monarca, los problemas
son para solucionarlos, y los misterios para desentrañarlos, sospecha que algo
extraño ocurre.
No delega en otros la
investigación, el mismo se hace cargo y lo hará en incógnito, por lo que ordena
al visir, que no permita que nadie ingrese a su tienda, informando a quien lo
requiera que se encuentra indispuesto y no verá a nadie.
Emprende entonces el monarca, a
solas su propia aventura, pese a los consejos del visir de que no se exponga a
los peligros de lo desconocido.
Para el rey aquello no es normal,
debe escuchar su intuición y debe hacer el recorrido solo. Lo que va descubriendo es hermoso,
maravilloso, pero al mismo tiempo solitario, desolado. No encuentra personas o animales, sólo un
joven apesadumbrado, que lamenta su destino, y que es mitad hombre, mitad
mármol.
Le mueve la compasión hacia el
joven, ¿cómo puede ayudarlo?, ¿Cuál es su historia?
El rey no se ha dejado amedrentar
por lo que le han contado, así como el visir confío en la historia de la
cocinera, él ha confiado en su visir. Ante
los hechos presenciados, además de los que le han sido narrados, decide
emprender el camino que le dicta su intuición, a solas. Él confía, necesita saber, necesita
descifrar, no se detiene a pensar si es un acto valentía o una insensatez.
Aprender a arriesgarse a escuchar
esas corazonadas, que nos dicen que algo no es lo que parece, puede llevarte a
una maravillosa aventura, los riesgos al final quizás valgan la pena.
Este cuento está tomando un giro
inesperado, ¿se arrepentirá el sultán de querer averiguar cuál es el misterio
de los cuatro pescaditos, y ayudar a ese ser mitad hombre y mitad mármol?
No te
pierdas esta fascinante historia en mi podcast "Los cuentos de las mil y
una noches". ¡Haz clic en el enlace y déjate envolver por el misterio y la
magia de Scherezade y sus intrigantes relatos!
¡Hasta pronto, queridos amigos! ¡Que la aventura y la valentía los acompañen siempre!
No hay comentarios:
Publicar un comentario