¡Que rico! Ya ha pasado una
semana y nos volvemos a encontrar para saber qué nos trae el episodio de hoy
del podcast de las Mil y Una Noches, con la historia de Dulce Amiga y
Ali-Nadur. Pero antes de sumergirnos en ese mundo mágico, quiero compartir una reflexión
inspirada en una situación que, me atrevo a decir, a todos nos ha pasado alguna
vez: cuando alguien se arroja el mérito por ideas, trabajos o proyectos que no
son suyos.
¿A quién no le ha pasado, me
pregunto yo? Verbalizas una idea brillante, organizas una sorpresa que te ha
costado semanas planificar, sacas adelante un proyecto que parecía imposible, o
simplemente propones una solución ingeniosa. Y, de repente, te enteras o ves
con tus propios ojos que el mérito se lo está llevando otra persona. ¡Y ni
siquiera se arruga! Acepta las alabanzas con una sonrisa radiante y no tiene el
más mínimo pudor de indicar que ha sido un trabajo de equipo. Es lo menos que
uno esperaría, ¿no? Nop, no dice nada de nada, sino que se limita a sonreír con
falsa modestia. ¡Qué rabia!
A mí me ha pasado, más de una
vez. Y he tenido que sonreír hipócritamente, claro, porque igual está bien feo
decir "¡Oye, ese es mérito mío, y no de ese farsante!". Aunque a
veces, no siempre, en particular cuando hay que fundamentar la validez del
proyecto, compartir una fórmula o receta, la persona usurpadora, aunque sea el
jefe, te mira con cara de "habla, expone, explica," tú te encoges de
hombros y dices, “no sé, a ti se te ocurrió, tú sabrás que te inspiró, y por
qué” y uno vuelve a sonreír con cara de inocencia fingida. Es como un juego,
una pequeña venganza intelectual.
Sí, a veces es necesario ser
malita, malosa, porque el riesgo que corren esos que se apropian de las ideas y
el trabajo de otros es que no pueden entrar en tu mente, ni copiar lo que te
mueve, lo que te inspira, tu Know How. Eso es tuyo, intransferible. Y ahí está
el verdadero poder.
Lo triste es que existen
ocasiones, cuando se descubre que en realidad la persona en cuestión se estaba
arrojando méritos que no le correspondían, tú ya no estás, y el proyecto ha
fracasado, la receta no ha funcionado, y tampoco han sabido arreglar el entuerto
por falta de Know How. Y si, es una pena, porque uno crea desde el amor, usa
arte y ciencia, experiencia, creatividad e inspiración, y uno tiene su
corazoncito y obvio que no quiere que falle, pero tuviste que soltar en el
momento que te lo arrebataron. Es como si la energía vital del proyecto se
hubiera ido contigo.
En fin, así es la vida. Siempre
habrá personas que se apropien de las ideas ajenas. Y ojo, no hablo de
inspirarse en ideas ajenas, que es completamente válido y de hecho, fundamental
para el crecimiento. Hablo de aquellos que se declaran autores y creadores de
lo que en realidad es de otros. Es una forma de robo, simple y llanamente.
Así que, la próxima vez que te
encuentres en esta situación, recuerda: tu know-how es tu mayor tesoro. Sonríe,
sé un poco malita si es necesario, y sigue creando con pasión. Porque al final,
la verdad siempre sale a la luz. Y mientras tanto, ¡a disfrutar del nuevo
episodio de Las Mil y Una Noches! ¿Qué aventuras nos esperarán hoy? ¡No se lo
pierdan!
Te dejo el enlace de esta semana:
https://open.spotify.com/episode/12zRZzHIEeXv8eyb3T23HK?si=-6LTP3lWQqigN4TokcD8Rg
Cuéntame ¿te ha sucedido?, ¿cómo
te has sentido? ¿Qué opinas de ese tipo de persona?, me encantaría conocer tus
experiencias, nos encontramos la próxima semana, para seguir esta interesante
historia

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