¡Hola a todos, mis queridos lectores y fieles oyentes de nuestro podcast "Los cuentos de las Mil y una Noches"!
Hoy vengo con el corazón un poquito arrugado, porque... ¡se
acabó! Sí, lo sé, es triste. Al final de este post les dejo el enlace al
capítulo final de la saga de Ali-Ben-Bekar y Shamsennahar. ¡Ay, esos amores
desventurados! Un amor tan profundo, tan sufrido, que nos ha tenido a todos con
el corazón en un puño.
¿Cómo habrá reaccionado el califa Harún-Al-Rashid ante las
acusaciones contra Shamsennahar? Los rumores dicen que ambos, por separado,
solo anhelan la muerte ante la imposibilidad de estar juntos. ¡Drama, drama,
drama!
Y todo este melodrama me ha llevado a una reflexión un
poco... intensa. ¿Es realmente posible morir de amor? Y si es así, ¿qué
consuelo podemos ofrecer a alguien que sufre de una manera tan profunda que va
más allá de cualquier palabra de aliento? Debe ser algo perturbador estar
frente a una situación así, ¿no creen?
Bueno, a ver, morir literalmente de amor, según la
ciencia, no es exactamente así. ¡Pero ojo! Que aquí viene la sorpresa: ¡existe
el síndrome del corazón roto! Sí, sí, como lo oyen. Para aquellos que, como yo
hasta hace poco, no tenían ni idea, se conoce como "(cardiomiopatía de Takotsubo)"
y resulta que "puede ser desencadenado por el estrés emocional intenso,
como la pérdida de un ser querido, y puede presentar síntomas similares a un
ataque al corazón, como dolor en el pecho y dificultad para respirar."
¡Imagínense el susto! Lo bueno es que, en la mayoría de los casos, no es letal.
Uf, menos mal.
Ahora bien, sí existen estudios que indican que la tristeza
profunda por la pérdida de un ser querido puede desencadenar enfermedades que,
en el peor de los casos, pueden llevar a la muerte. ¿Alguna vez han escuchado
eso de que, al morir uno de los cónyuges, al poco tiempo le sigue el otro?
¡Escalofriante!
Y hablando de situaciones difíciles… ¿Les ha pasado alguna
vez estar frente a una persona que está más allá del consuelo, que ya no saben
qué más decirle? Una situación que les rompe el alma, en la que solo podemos
sentarnos a su lado, temiendo lo peor y sintiendo la impotencia de no poder
llevarle ni un poco de consuelo o esperanza. ¡Uf, qué dolor!
En esos casos, lo más importante es movilizar el apoyo
social. Ayudar a la persona a sentirse comprendida, acompañada, y ayudarla a
desconectar de la situación. Preocuparnos de que tenga una buena dieta, que
descanse en todo sentido. ¡Incluso a veces adoptar una mascota puede hacer una
gran diferencia! Un peludo amigo siempre alegra el corazón, ¿no creen?
Así que ya saben, mis queridos lectores y oyentes. El amor
puede ser maravilloso, pero también puede doler. Y cuando duele demasiado, es
importante buscar apoyo y rodearse de personas que nos quieran y nos cuiden. ¡Y
no se olviden de escuchar el final de la historia de Ali-Ben-Bekar y
Shamsennahar! ¡Preparen los pañuelos!
¡Nos leemos (o nos escuchamos) pronto! Y recuerden: ¡el amor
es lo más importante! (Pero con moderación, eh). La próxima semana, Scherezade nos promete una
nueva historia así atentos

No hay comentarios:
Publicar un comentario