¡Qué alegría volver a
encontrarnos, queridos lectores de este blog! Espero que también sean fieles
seguidores del podcast sobre los cuentos de Las Mil y Una Noches, ya que ambos
se entrelazan maravillosamente.
Scherezade nos está narrando la
fascinante historia del tercer calender, un joven rey cuya vida se ha
transformado en una cadena de tragedias desde que decidió explorar las islas de
su región.
Al inicio de su travesía, se
encuentra con la **isla imantada**, cuyos poderosos magnetismos son trampas
mortales para las naves y sus tripulantes.
Al ser único sobreviviente de la
tragedia de perder su nave y tripulación, el modo en que logra salir de la
isla, lo convierte en el protagonista de una sombría profecía que lo
predestinaba a ser el responsable de la muerte de un joven al cumplir quince
años. En su huida tiene un inquietante
encuentro con diez jóvenes misteriosos y herméticos que han perdido el ojo
derecho en una aventura idéntica y fatal, ¿por qué y cómo?
El deseo de desentrañar el origen
de sus infortunios lo lleva a una decisión arriesgada: cubrirse con piel de
oveja para ser transportado por un pájaro Roc al lugar en que los infortunados
jóvenes, perdieron uno de sus ojos. Así comienza su tercera aventura, la cual
te invito a escuchar en mi podcast de esta semana, cuyo enlace encontrarás más
abajo.
En el blog anterior,
reflexionamos sobre la curiosidad insaciable y cómo, a pesar de las
advertencias continuamos buscando respuestas. La narración de esta semana también
gira en torno a la tentación de adentrarse en territorios que nos parecen prohibidos,
cuando nos recomiendan no traspasar ciertos límites, se nos pide respetar los
avisos de peligro. Pero aquí, la
advertencia es clara y severa. Quien se atreva a indagar más allá de lo
permitido, seguramente lo perderá todo.
Distintos niveles emanan de esta
historia. La traición de la confianza depositada tiene consecuencias
devastadoras. No hay nada más escalofriante que la idea de que una sola
decisión puede cambiar nuestro destino para siempre, dejándonos atrapados en el
dolor de lo irreversible.
Es el típico misterio de la
puerta cerrada: "Aquí tienes la llave como muestra de mi confianza. Todo
lo demás está a tu disposición, no hay secretos ni restricciones, pero te pido,
por favor, que no abras esa puerta." La tentación, siempre latente, nos
hace dudar y, eventualmente, sucumbimos, olvidando que el coste de nuestra
curiosidad será una pérdida irreparable.
¿Vale la pena arriesgarlo todo
por un momento de curiosidad? ¿Estamos dispuestos a perder algo
irremediablemente en nuestra búsqueda de conocimiento y experiencia? Escucha el episodio de esta semana, cuyo
enlace dejó a continuación.
Espero que la semana que viene estemos
juntos nuevamente para disfrutar de más historias fascinantes y reflexiones. No
dudes en dejar tus comentarios, compartamos opiniones y análisis sobre estas
entretenidísimas narraciones. ¡La aventura y el descubrimiento nunca terminan!
¡Hasta la próxima, amigos!
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