En el blog y podcast anterior,
exploramos el fascinante tema de cómo una persona envidiosa o celosa puede
inventar teorías conspirativas para perjudicar a aquel que considera le hace
sombra. Descubrimos que esta actitud no surge del deseo por ocupar su lugar,
sino más bien de la intención de hacerlo caer en desgracia a través del
desprestigio y las falsedades.
Para ilustrar este tema, nos
sumergimos en la historia del rey griego y el médico Ruyan que el pescador le
narra al efrit para mostrarle lo insensato que sería liberarlo después de que
el genio ha intentado matarlo.
En esta narración, vemos cómo la
envidia puede llevar a acciones extremas.
El visir envidioso no se deja impresionar por la historia del sultán sobre el
marido y el loro, puesto que el ave es reemplazable y olvidable, no así la vida
de un rey, y buscando el bien de su majestad no desea que le suceda lo mismo
que le sucedió a otro visir.
Procede entonces a narrarle la
historia del rey cuyo hijo gusta de practicar la caza. El padre ordena al visir
acompañarlo siempre para cuidarlo y protegerlo de los peligros de la cacería.
Sin embargo, un día ven un animal extraño y el joven príncipe impulsivamente
corre tras él sin tener en cuenta si el visir le sigue o no. Como resultado, se
pierde en el bosque.
Mientras busca desesperadamente
el camino de regreso al palacio real, se encuentra con una hermosa mujer quien
dice ser una princesa de las Indias, que se ha extraviado y ha perdido a su
caballo. El príncipe se ofrece a llevarla a la grupa de su propio caballo.
Divisan una choza donde ella decide bajar para acercarse al lugar. Al cabo de
un rato, él también se acerca para descubrir, que es una trampa, la mujer no es una princesa, sino una vampira
y sus hijos están esperando alimentarse de él.
Resumiendo, el príncipe logra
escapar y encuentra nuevamente el camino hacia el palacio donde le cuenta todo
lo ocurrido al rey, su padre; esto le provoca gran enfado y condena a muerte
inmediata al "irresponsable" visir por no haber estado cerca para
cuidar del príncipe.
Con su historia el visir está hablándole
al ego del rey, a su narcisismo, poniendo en evidencia su falta de autonomía. “Es mejor sacrificar a un inocente, que dejar
escapar a un culpable” le susurra al oído, logrando así su objetivo; ver caer
en desgracia al objeto de sus celos, de su inseguridad, con la falsa
intencionalidad de servir y proteger un supuesto bien mayor. Disimula exceso de amor y lealtad a su
majestad, para ocultar su miedo a perder influencia, poder y los beneficios que
ello conlleva.
Por otro lado, la historia del
visir y el príncipe permite inferir que su padre no confía en el buen juicio de
su hijo, y a modo de protección lo libera de asumir las consecuencias de sus
actos, el visir pagará por ello con su
vida.
Ruyan toma conciencia entonces de
los peligros que le ha acarreado el favoritismo del rey. Cuando se tiene éxito mientras se habita en ambientes
insanos, donde los vínculos no son auténticos, sino tóxicos y carentes de
franquezas, es mejor alejarse.
El médico intenta mediante
súplicas obtener el perdón ante su inevitable muerte, pero ante el miedo
irracional a perder la vida a manos del doctor, el rey se muestra inflexible. A las súplicas de la corte y quienes dan fe
de la inocencia del doctor, responde con amenazas de muerte, si no callan. La posibilidad que sea inocente es descartada
sin miramientos.
Finalmente Ruyan ruega porque al
menos se le permite arreglar su sepultura, despedirse de la familia, otorgar
limosnas y obsequiar sus preciados libros a quienes puedan serle de valor, en entre
ellos uno prodigioso al rey, cuya maravilla él se la revelará una vez que haya
muerto y si sigue las instrucciones que le dará.
Escucha el desenlace de esta
interesante historia en mi podcast : https://podcasters.spotify.com/pod/show/aldaraman/episodes/El-Pescador-y-el-Efrit---El-Rey-Griego-y-el-Mdico-Ruyn---El-Principe-y-el-Visir-e2jl0ca
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