lunes, 14 de abril de 2025

54.- El jorobado – La historia de Bacbuck (conclusión) y la historia de Al-Haddar

 




¡Qué alegría volver a encontrarnos, queridos lectores y oyentes de este blog y del podcast "Los Cuentos de las Mil y una Noches"! Vaya imaginación la de Scherezade, ¿eh? Claro, sin redes sociales como las de hoy, sin streaming, televisión, radio ni cine, no le quedaba otra que ser continuamente creativa para distraerse. Lo interesante de algunas de estas historias es que, sin profundizar demasiado, revelan ciertos comportamientos humanos que perduran en el tiempo. Algunos de ellos siguen siendo censurables, mientras que otros son dignos de alabanza.

Ahora bien, volviendo al barbero que siente que ha sido calumniado por el joven que lo acusa de haberle invalidado una pierna y de haberle arruinado la vida con su acoso... ¡Qué personaje! El hombre ha empezado a narrar la historia de sus hermanos para demostrar que él es mejor que ellos. En resumen, se niega a aceptar la responsabilidad de sus actos, ¡solo porque, según él, eran bien intencionados! A pesar de no haber sido requeridos, claro.

Al ir escuchando hasta ahora la historia de su hermano mayor, y hoy al empezar el relato de otro de sus hermanos, me lleva a reflexionar sobre esas personas que, para justificar sus conductas, en lugar de aceptar la responsabilidad de sus actos (que a menudo causan daño o males, a pesar de una supuesta buena intención), se escudan en el comportamiento de otros para justificarse.

Me explico mejor: señalan los defectos o comportamientos de otros para justificar sus propias acciones. Como quien dice "la ley del empate", o la creencia de que un error o mal comportamiento se justifica con el mal actuar de otros.  ¿Han conocido a alguien así? ¡Yo sí!¡es agotador!

La verdad es que esto solo empeora las cosas y pone en evidencia una falta de conciencia de los propios actos. No asumen responsabilidad alguna, asumiendo que "el otro" también lo hace, y lo hace peor. Es como si pensaran: "Si él se equivoca, yo también tengo derecho a equivocarme".

Hay cierta hipocresía en ese comportamiento. Si el otro comete una falta, es criticable y cuestionable, pero si uno comete la misma falta, ¡no debiera ser llamado al orden! ¿Por qué? Pues porque "el de más allá" no solo también lo hizo, sino que su falta era aún más censurable. Es un razonamiento retorcido, ¿verdad?

Sin duda, ese tipo de personas no son de fiar. Tienen mucha verborrea y continuamente están improvisando sobre la marcha excusas, historias, ¡incluso victimizándose para justificarse! Se consideran víctimas del sistema y de la sociedad, como si el mundo entero estuviera conspirando contra ellos. Siempre hay una excusa preparada, una historia conmovedora a punto para ser contada.

Es como si vivieran en un constante estado de negación. Negación de su propia responsabilidad, negación de las consecuencias de sus actos, negación de la realidad. Y lo peor de todo es que, muchas veces, ¡se creen su propia mentira!

¿Y qué podemos hacer nosotros, los pobres mortales que tenemos que lidiar con este tipo de personas? Pues, la verdad, no hay una solución mágica. Pero creo que lo primero es identificar el patrón de comportamiento. Reconocer cuándo alguien está intentando justificarse con la ley del empate o con la victimización.

Una vez que lo reconocemos, podemos intentar establecer límites. No permitir que nos manipulen con sus historias. No caer en su juego de culpabilizar a los demás. Y, sobre todo, ¡hay que recordar que nosotros somos responsables de nuestras propias acciones! No podemos controlar lo que hacen los demás, pero sí podemos controlar cómo reaccionamos ante ello.

Es importante tener presente que la honestidad y la responsabilidad son fundamentales para construir relaciones sanas y duraderas. Y que, al final del día, lo más importante es poder mirarnos al espejo y sentirnos orgullosos de quiénes somos y de cómo actuamos.

Así que, la próxima vez que te encuentres con alguien que intente justificarse con la ley del empate o con la victimización, respira hondo, mantén la calma y recuerda: ¡tú eres responsable de tus propias acciones! Y eso, al final, es lo que realmente importa.

Y tú, ¿qué opinas? ¿Te has encontrado con personas que se justifican con la ley del empate? ¿Cómo has lidiado con ello? ¡Cuéntame en los comentarios! Me encanta leer tus experiencias y opiniones.

 Te dejo a continuación el enlace, para escuchar la conclusión de la historia de Babuck y el inicio de la historia de su otro hermano Al-Haddar.

 

https://creators.spotify.com/pod/show/aldaraman/episodes/54---El-jorobado--La-historia-de-Bacbuck-conclusin-y-la-historia-de-Al-Haddar-e31hfma

 

¡Hasta la próxima!


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